Enterramiento o incineración. Es una de las decisiones que debemos tomar en vistas al destino que tendrá nuestro cuerpo cuando dejemos este mundo. Los servicios funerarios se afanan en ofrecer a sus clientes siempre las mejores opciones para conceder el eterno descanso a nuestros seres queridos. Pero, ¿cuál es la elección mayoritaria en la actualidad? ¿Cuál elegiría usted? Atrás queda esa necesidad vital de rendir culto al difunto, y ahora priman más las incineraciones. No obstante, hay algo que nunca falta ni difiere de ser protagonista tanto en el tanatorio como en el crematorio en cualquiera de los casos, y ese es el sentimiento de pérdida y de transformación que se produce cuando acudimos a dar ese último adiós. Como ayuda, es posible elegir urnas funebres personalizadas para hacer el momento lo más especial.
6 de cada 10 prefieren la incineración
De acuerdo a las estadísticas, 6 de cada 10 personas prefieren la incineración. Esta cifra ha experimentado un aumento en los últimos años. Entre las causas que favorecen esta opción están principalmente la comodidad y el coste económico. Enterrar a una persona requiere de abonar un alquiler por la albergar el féretro y el mantenimiento de este lugar. Además, obliga aunque sea moralmente, a acudir al cementerio a visitar y adecentar el sitio y la lápida. Flores, adornos, lápida, y espacio, conllevan costes que mucha gente hoy en día tampoco se puede permitir.
No olvide que, al cabo de los años, hay que renovar el compromiso y trasladar el cuerpo a otra estancia. No todo el mundo se acuerda o está dispuesto a asumir esa carga que, tal vez, heredaron de sus familiares.
Del otro lado están las creencias. Hay quienes defienden que la incineración es un método más limpio, sano y, además, dan más sentido a esparcir las cenizas en el lugar favorito del finado.