El origen y la historia de los velatorios

Seguro que en más de una ocasión has asistido al velatorio de un fallecido cercano, bien en uno de los tanatorios de Albacete o en otro lugar elegido por los familiares o seres cercanos del difunto.

Acudamos al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española para conocer la definición exacta de velatorio. Según la RAE, velatorio (también denominado velorio) es:

1. Acto de velar (‖ pasar la noche al cuidado de un difunto).

2. En hospitales, sanatorios, clínicas, tanatorios, etc., lugar donde se vela un difunto.

Tanto la acción de velar en sí como el lugar donde tiene lugar definen el concepto velatorio. Se trata de la reunión de familiares y amigos de un difunto durante las horas posteriores a su fallecimiento y las horas inmediatamente anteriores a su inhumación o cremación.

Conozcamos un poco más sobre el origen del acto de velar y su historia.

¿De donde vienen los velatorios?

La tradición de velar el cuerpo de un difunto tiene muchos siglos de antigüedad y un origen realmente curioso.

Aunque muchos sitúan su origen en la costumbre judía de dejar al cuerpo del difunto en su sepulcro varios días para visitarlo con la esperanza de su resurrección, lo cierto es que el nacimiento del velatorio parece estar en la Edad Media. Y hablando en término geográficos, en Irlanda.

En aquella época el consumo de comida y bebida, especialmente de cerveza, era abundante. En contraposición, las condiciones higiénicas alrededor de la ingesta de alimentos y bebidas eran escasas e insalubres.

Platos, cubertería y utensilios de cocina de madera deteriorada o jarras o recipientes de estaño provocaban, en su mezcla con los alimentos, envenenamientos en aquellos que lo consumían.

En Irlanda era muy común el consumo de elevadas cantidades de cerveza negra o whisky en estas jarras de estaño. Algo que en muchas ocasiones provocaba intoxicaciones o envenenamientos por plomo. Estos podían derivar en estados de catalepsia y/o en muertes fatales para aquellos que ingerían bebidas en altas cantidades.

La  inmovilidad y rigidez del cuerpo y la pérdida de la sensibilidad del cuerpo cataléptico llevó a la costumbre popular de dejar al cuerpo tumbado en una mesa. Y esperar alrededor de él a su despertar para así poder distinguir la catalepsia del fallecimiento. Se conocía a este acto con el término Wake.

Un ritual que servía para que amigos y familiares pudiesen dar por muertos a sus seres queridos tras pasar varios días sin reacción alguna y que acabó por transformarse con el tiempo en el rito fúnebre del velatorio que hoy conocemos.

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El velatorio cambió con el paso del tiempo

Con el paso del tiempo el velatorio se convirtió en una tradición muy celebrada a lo largo de todo el mundo. Un ritual que ha vivido numerosos cambios con el transcurso de los años y ahora que parece estar abandonando su celebración en el propio hogar del difunto.

El incremento de fallecimientos en hospitales y no en domicilios. La reducción del tamaño de las viviendas u otros factores como la mejora de las instalaciones en tanatorios han provocado que en países como España la tradición cambie. La celebración de velatorios en los domicilios particulares está cediendo su lugar a los velatorios en tanatorios.

Tanatorios perfectamente acondicionados donde los seres cercanos al difunto pueden acompañar su cuerpo durante toda la noche. Con las mejores condiciones, servicios y comodidades.

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En Funeraria la Nueva disponemos de las mejores instalaciones si has de celebrar el velatorio de un ser querido.

En la actualidad nuestra empresa gestiona tanatorios de Albacete como el de Pozocañada, con tres salas completamente equipadas y un amplio aparcamiento y el de Minaya, con dos salas y totalmente acondicionado. Ambos están ubicados los cementerios de esas localidades.

Trabajamos, del mismo modo, en toda la red de tanatorios de la provincia de Albacete. Incluyendo el del cementerio de Albacete capital.

Ponemos a su disposición todo tipo de servicios funerarios como el de traslado de restos, servicio de floristería funeraria, o un amplio catálogo de ataúdes y féretros o lápidas para el fin de lograr la mayor tranquilidad en el familiar durante su proceso de duelo así como las mejores condiciones en el velatorio de su ser querido.